Usualmente en esta época del año preparo algo especial con el tema de San Valentín y lo muestro mucho antes de ese día. Este año se me hizo cuesta arriba y ya me había hecho de la idea de que no iba a hacer nada con el tema. Sin embargo, el día antes de San Valentín me sentí inspirada e improvisé una fiestecita para mis niños y sus amigos, con el propósito de celebrar el día del amor y la amistad en mi casa. Les preparé cupcakes de mantequilla con nutela, paletas de chocolate blanco en forma de corazón, popcorn dulce, sándwiches de mezcla y limonada rosada.
Aun cuando lo preparé de un día para otro, logré diseñar una colección y preparé un kiosco de “venta” de besos para colocar los dulces y fotografiar a los niños. Diseñé algo sencillo inspirándome en unas grajeas de corazones que conseguí el día anterior y las cuales utilicé en todos los postres que preparé.
El kiosco lo hizo mi esposo hace un tiempo con dos paletas de madera, un marco de puerta y un techo de metal simulando tejas. Lo hizo con materiales reusados, no compramos nada para hacerlo y aunque no estaba del todo acabado, pues le falta alguna pinturita, decidí utilizarlo para esta ocasión.
A mí me pareció adorable y los niños la pasaron súper en este día tan especial.
Cariños,
Fara
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